Durante semanas sentí la necesidad de escribir sobre Pepe Mujica, especialmente en este mundo que parece cada vez más huérfano de referentes éticos y humanos. Ayer, con su fallecimiento, perdimos a un líder que encarnó la coherencia entre palabra y acción, la humildad como forma de autoridad y el poder como herramienta de servicio. Este texto no es un homenaje solemne, sino una recopilación de 10 lecciones que su vida y su discurso —vivido, no solo pronunciado— nos dejan a quienes creemos en el liderazgo con alma. Mujica fue un observador transformado que eligió la libertad sobre el consumo, la paz sobre la revancha, y la solidaridad sobre el individualismo. Desde el coaching ontológico, su figura nos invita a mirar nuestras propias elecciones: ¿vivimos como decimos? ¿lideramos desde el ego o desde el servicio? En tiempos de tanto ruido, su legado es una invitación a escuchar lo esencial y a vivir con sentido.